Cuando Minina se enteró de aquella noticia se quedó muy triste, ¡Los vecinos se quedarían sin Reyes Magos y sin Navidad! Pero también tenía otro problema...Se le había olvidado escribir la carta para Renato, así que empezó a escribirla:
Querido Renato:
Estas Navidades, no quiero nada en especial. Lo único que me gustaría es que pudieras venir a Cielo, para que todos puedan ver que existes.
Con cariño, Minina.
Después de escribirla se dio cuenta de que si no se solucionaba el problema de Carturo tampoco podría mandar esa carta. Así que fue a buscar a Ruth para pensar juntas:
-Buenos días Ruth, ¿Te has enterado? Caruro no podrá llevar las cartas a los Reyes ni a Renato, ¡Tenemos que hacer algo!
-Ya lo sé Minina, pero es poco lo que podemos hacer.
-¡Qué dices! ¿No recuerdas que somos las alcaldesas? ¡Podremos contratar a otro animal!
-¿Como a quién?
-Mmm...¡Ya sé! Alguien que pueda volar.
-¿Sol?¿Estrella?
-No creo que ellas puedan
-¿Fígaro?¿Estela?
-¡¡NO!! Será Sócrates.
-¡Pero Sócrates odia el frío!
-Ya, pero un día me contó que siempre le habría gustado ayudar en algo en la Navidad. Es una gran oportunidad para hacer su sueño realidad y a la vez solucionar este problema.
Entonces Minina y Ruth fueron a ver a Sócrates
Minina dijo:
-¡¡Hola Sócrates!!¡¡Tienes que ayudarnos en una cosa!!¡¡Despierta!!
Sócrates dijo:
-Zzz...¿Eh? ¿Qué pasa?
Ruth dijo:
-Tenemos un problema, necesitamos que lleves las cartas para los Reyes y para Renato hasta el Polo Norte.
Sócrates exclamó:
-¡¡Qué decís!!¿¡Yo volar hasta el Polo Norte!?¡¡Menuda locura, se me congelarán las alas!!
Ruth dijo:
-Tienes que hacerlo, eres el único pájaro que podrá.
Minina dijo:
-Confía en el espíritu de la Navidad. Por favor, hazlo por el pueblo.
Sócrates dijo:
-¡¡Hay muchos pájaros en Cielo!!¿Por qué no se lo pedís a Estela?
Minina dijo:
-Porque tú me dijiste que querías ayudar en la Navidad. Y aquí tienes el trabajo más importante de la Navidad: entregar las cartas.
Sócrates dijo:
-¿Pero cómo sabré dónde tengo que dejarlas?
Ruth dijo:
-En lo profundo del Polo Norte encontrarás una casita aislada, deja allí las dos.
Sócrates dijo:
Mmm...Creo que podré hacerlo. Pero me tendréis que acompañar.
Ambas dijeron:
-¡¡De acuerdo!!
CONTINUARÁ...