Capítulo 59: La verdad de la secretaria

Ruth se levantó muy pronto, pensando que así no se encontraría con la secretaria  Pero estaba equivocada. La secretaria estaba sentada en una silla esperándole con una sonrisa que parecía forzada y con los ojos rojos. Ruth se preguntaba porque tenía los ojos así, pero no dijo nada. La razón era que la secretaria había estado toda la noche despierta para que Ruth no se escapara de trabajar con ella.
Ruth dijo:
-Buenos días...
La secretaria contestó:
-Deja de decir tonterías, ponte YA a trabajar. Y lo digo muy en serio.
Ruth dijo:
-Bueno pues me gustaría construir...
La secretaria interrumpió:
-Es muy caro.
Ruth dijo:
-Pero si no he dicho nada.
La secretaria dijo:
-Ya me has oído. No me hagas repetírtelo otra vez.
Ruth preguntó:
-Pues...¿Qué puedo construir?
La secretaria no contestó. Ruth volvió a preguntar. No había respuestas...
De repente vinieron Minina y las demás para ayudar a Ruth.
Minina dijo:
-Podríamos construir una fuente.
Tere dijo:
-Yo voto por un faro.
Cabriola opinó:
-Pues a mi me gustaría un nuevo puente.
La secretaria contestó:
-No haremos nada de eso.
Minina preguntó:
-¿Y qué podemos construir entonces?
No hubo respuestas.
Minina preguntó:
-Pero ¿A esta qué le pasa?
Después de un rato la secretaria se echó a llorar.
Tere le preguntó:
¿Qué te pasa?
La secretaria dijo:
-Me he estado comportando como un estúpida y una mandona. Lo siento mucho. Es que es la primera vez que trabajo de secretaria y...
Tere diijo:
-No pasa nada, todos somos novatos alguna vez.
Después de esto la secretaria prometió ser mucho más amable.